Saturday, April 14, 2012

MIS RECUERDOS DE MONSENOR ROMAN

La primera vez que tuve la oportunidad de verle y de hablar con el, fue a los pocos dias de nuestra llegada a La Florida a la Mision Nuestra Senora Reina de la Paz. Recuerdo que fuimos a Miami para conocerle. Tenia una oficina bien pequenita, sencilla, pobre. Desde ella se podia contemplar la hermosa bahia de Miami. Nos dijo que el Obispo le habia dado el terreno y le habia encargado que hiciera un santuario a la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba.
Pasado el tiempo cuando vemos la Ermita como esta ahora, parece imposible que empezo, podriamos decir de la nada. Por lo que el ha contado alguna vez fue con el dinero pequeno del pueblo sencillo, centavo a centavo.
Tengo muchos otros recuerdos de un amigo y hermano, de un hombre tan santo. En los encuentros regionales de Pastoral Hispana, alla estaba el, con su sentido del humor, su alegria, su esperanza inquebrantable.
Lei una vez en un documento de los Obispos de Estados Unidos sobre el ministerio de carceles, que un obispo habia visitado una carcel donde habia unos presos grandemente peligrosos. Algunos de los cuales estaban  aislados y lo unico que se oia de aquella parte era palabras feas, violencias. Los mismos guardias les tenian miedo. El Obispo quiso entrar, le dijeron que no fuese a esa parte, que era peligroso, incluso para su vida . De todas formas quiso entrar y dice el mismo documento que aquellos hombres que blasfemaban, se burlaban, tenian violencia, poco a poco se fueron tranquilizando y escuchando a aquel sacerdote sencillo, pequeno, pero con una gran personalidad que rebosaba amor. Al terminar el relato decia: este obispo era Monsenor Roman.
En muchos acontecimientos nuestros de las Claretianas ha estado presente con un carino incondicional, un respeto grandisimo, y siempre una palabra de estimulo para la evangelizacion.
Cuando recibi la noticia de su fallecimiento no fui capaz de ponerme triste, pues nuestro querido hermano ya llego a la presencia del Senor al que tanto amo, ha visto a la Virgen a la que tambien siempre amo y se ha encontrado cara a cara con Claret, que fue siempre su modelo para su mision de Obispo. En nuestra primera entrevista nos dijo que cada noche leia dos puntos de la Autobiografia de Claret. Segun parece a todo sacerdote que se acercaba a el para consejo y ayuda le recomendaba lo mismo. Al conocer a Maria Antonia tambien la incluyo en el carino que tenia a Claret.
Monsenor Roman, como te llamabamos con carino, gracias por todo cuanto nos has dado, gracias por cuanto has dejado en mi vida, gracias porque la muerte se hace mas agradable al pensar que estas en la casa del Padre y que alla te encontraremos cuando lleguemos nosotros tambien.
Intercede por nosotras, las Claretianas, pidele al Senor nuevas vocaciones para la Congregacion, para nuestra pequena Delegacion. Cuida tu con tu carino de hermano a Yvette y Carolina que acaban de entrar en nuestra familia.  Regina

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