Le dice una niña
de 4 anos a su mama, “Dios está muerto”. Se le abrieron los ojos y antes de
responderle la niña le dice, “porque está en el cielo”.
La pobre madre me
vino a hacer el cuento. De momento, no supe qué decir. Enseguida logré entender
su lógica. Si decimos que todos los que mueren van al cielo y si decimos que
Dios está en el cielo, conclusión, Dios está muerto. ¡Qué fascinante la mente
de un niño!

Me habla de tener cuidado. De estar al tanto
de lo que se dice, cómo se dice, y a quién se dice.
Al final, le digo
a la niña, en el cielo todos están vivos. “Ay, caray. Creo que le compliqué
mas la vida”