Con trece jóvenes
llenos de deseos de servir a los niños de República
Dominicana, viajamos a mediados de junio. Este año el grupo ha sido muy
variado 5 venían de California, recomendados por
los Claretianos, otras tres
chicas de diócesis cercanas a Miami, dos alumnas de la universidad St. Thomas y
tres jóvenes de nuestros grupos locales. Fue un
grupo muy responsable, alegre y entregado. Ha sido el grupo más grande que
hemos llevado, pero no dimos abasto ya que más de 500 niños participaron en el
campamento-misión. Realmente fue una alegría ver esta respuesta que demuestra
que la presencia de las hermanas va haciéndose
visible.
Pusimos mucho énfasis en
la visita a las familias, para la gente es importante que vayamos a su
encuentro. Una visita que me tocó fue a
un joven, pastor protestante, que se había accidentado en esos días. Estaba en muy malas condiciones, pero así y
todo lo mandaron a su casa, que no reunía las más mínimas condiciones, con
mucho calor, sin higiene. Sintiéndonos
impotentes, oramos por él y con él, fue un momento de fe, de ecumenismo, en un
lugar donde las sectas protestantes atacan la Iglesia Católica y asedia a la
población con sus emotivas prédicas.
El último día hicimos una
peregrinación a Higuey, donde está el templo de Nuestra Sra. de la Altagracia,
patrona de República Dominicana. Fue un
día hermoso, a los pies de la Virgen, confiándole la Congregación, sobre todo
nuestra presencia en este país. Como
siempre, agradecemos a las hermanas su apoyo y ayuda, sin la cual esta misión
no hubiese sido posible. Ondina
No comments:
Post a Comment