Hemos terminado la Asamblea, hemos comenzado un año nuevo, hemos sentido el soplo del Espíritu entre nosotras de manera sorprendente...aunque no nos debería sorprender que Dios haga estas cosas...reanimar la esperanza, derrumbar muros, liberar los corazones, dar ojos nuevos para mirar la realidad del mundo, de los demás y la propia...ayudarnos a mirar hacia las posibilidades y no las dificultades.
Quiero agradecer a todas las personas, hermanas de diferentes latitudes. Les hemos sentido muy cerca con su oración y cariño, también los laicos con quienes compartimos la misión, familiares. GRACIAS. De manera especial agradecemos a Chony su guía y presencia fraterna y sabia entre nosotras, ahora nos toca la práctica de lo que hemos "visto y oído," caminar con confianza hacia el futuro...(esta foto que hice del río San Juan que está al fondo de la casa de retiros, me habla de eso).
Chiqui
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